26.8.13

Tahúr

Me quedan un par de siempres
en la chistera
de los trucos manidos.
Los ases que guardo en los rotos del abrigo
perdieron su valor
tras la última apuesta
y valen menos que el cartón
que les dibuja.
Me enseñaron a mentir
y a hacer trampas:
no logro ni engañarme
a mí misma.