6.5.09

Canción de cuna a unos esqueletos

A la Memoria Histórica.

La tormenta, que no entiende de bandos,
ha puesto a la intemperie las masacres.

Y como siempre, después, los asesinos
regresan a borrar las huellas de la infamia
con sus miradas turbias
y el fusil al hombro cargado de desprecio.

No les arredra ver que el hambre de la tierra
devoró su carne, les dejó desnudos
y sólo les arropa en el frío de la noche
el llanto enmudecido que mascan sus familias.

Están cerca. Crepita el odio en las antorchas.
Vienen con los bigotes en ristre y el Alzheimer.

Ni después de muertos dejan dormir a los vencidos.
Luismi Rodrigo.
Os regalo este poema de un amigo, que lo disfrutéis.

1 comentario :

benyrema dijo...

es un buen regalo. gracias