29.5.09

Reflexiones tontas

Estaba yo pensando que si me gastara cada año millones de euros en pagar indemnizaciones por cometer un delito continuamente, yo también pediría que ese delito saliera del código penal.

Pero sólo son reflexiones tontas.
A veces, en nuestra infancia,

Pasaba que llegaba el
Orgulloso abusón del recreo y
Robaba nuestros bocatas.

Entonces, ahora, siempre ha habido
Ladrones de guante blanco o corbata
Ladrones que se disfrazar para
Ocultar lo ruines que son.
Sinvergüenzas.

Os dejo este video que acabo de encontrar, ¡qué grande!

28.5.09

la SGAE

Ante esta noticia, os aviso que yo también voy a registrar una frase: "tus muertos!!!". Creo que "me cagüen tu puta madre" ya lo iba a registrar un compañero.

Mientras, disfrutad del video:

27.5.09

Este sábado Jóvenes de IU la montamos. No faltes

Los martes deberían ser justos
con nuestras almas
y parecer oscuros.
Sin embargo insisten
en oler como miércoles
en saber igual que un domingo.
El mundo, ya se sabe,
es injusto como un martes.
Quizá por eso no viniste
cuando te llamaba.

26.5.09

No vengo aquí con este poema
a pediros el voto.
Estoy para recordaros
cuál es el mundo, la Europa,
que todos queremos.
No queríamos la Europa fortaleza
donde es posible secuestras,
sí, seamos correctos,
secuestrar seres humanos
durante año y medio.
No queríamos la Europa falocrática
en la que un loco dirigente
dice que si eres guapa te violan
y todos le admiran por eso.
Queríamos la Europa trabajadora
en la que el pueblo, nosotros,
día a día, lucha a lucha,
íbamos ganando derechos.
Pronto no nos quedarán horas
para luchar, ni pensar.
Queríamos esa Europa de paz y fraternidad,
esa Europa de un precioso mayo,
y resulta que somos un pueblo
que le lame las botas
a los asesinos del planeta.
Queríamos una Europa que dejarle a nuestros niños.

Esta idea de Europa
esta tan tuya, como mía.
todos somos un poco esa otra Europa posible.

22.5.09

Preparadas, listas,...

Ya ha comenzado la campaña y, con ella, la pegada de carteles:Venga, pega los tuyos y no te olvides: VOTA IU. Aquí, las razones.

20.5.09

Buenas noticias desde la Universidad

Os pego aquí un mail que me han mandado desde Psicología de la UAB:

hola!!!
os escribo desde la facultat de psicologia de la universidad Autonoma de Barcelona.
Era para informaros de una muy buena noticia. Este lunes hubo junta de facultat donde se decidía la aprobación o no del grado.
Después de 5 horas de debate y pedir explicitamente las votaciones secretas, llegó el momento de votar.
Imaginaros nuestra cara de sorpresa cuando el resultado de las votaciones fue:
57 votos --> sí al grado
69 votos --> no al grado
8 --> votos en blanco
Así que ¡¡¡psicología ha dicho que no al grado!!!! No es moratoria porque no lo teníamos aprobado, simplemente no hay grado!!!

Después de la euforia, queríamos compartir esta información con vosotros!!!! !!

Hasta pronto!
Si después de esto no entendéis por qué ser de IU, soy yo la que no entiendo nada.

PD: y esto con el pequeño grupo que tenemos. Imaginad lo que podríamos hacer con un grupo más numeroso. Esto es el voto útil.

19.5.09

Sé bien que has recibido mis mensajes.
Cuando no vayas a contestar,
no emitas acuse de recibo.

No está bien visto.

Tampoco lo está
esa vieja costumbre tuya
de ser un hijo de puta.

18.5.09

Ésta creo que fue la única palabra que oí a Benedetti. Llegábamos tardísimo Curro y unas amigas a una charla suya y abrimos la puerta del salón de actos justo cuando el público rompía a aplaudir. Tras los aplausos, el presentador le preguntó a Benedetti si quería añadir algo más.

No.

No dijo nada más.

Me acuerdo de esta historia ahora que sé que ha muerto. Ha muerto el cuentista. Recuerdo también el primer libro que tuve de Benedetti, Buzón de tiempo. No sé si es de los mejores. Sí sé que es el que más he leído.

Creo que tengo todos sus libros de cuentos, que nos comprábamos Curro y yo en versión de bolsillo (los ahorros no daban para más) en la fnac los sábados por la tarde. Y yo, como Curro, también estoy llorando.

Os dejo aquí "Soñó que estaba preso" de Buzón de Tiempo:

Aquel preso soñó que estaba preso. Con matices, claro, con diferencias. Por ejemplo, en la pared del sueño había un afiche de París; en la pared real sólo había una oscura mancha de humedad. En el piso del sueño corría una lagartija; desde el suelo verdadero lo miraba una rata. El preso soñó que estaba preso. Alguien le daba masajes en la espalda y él empezaba a sentirse mejor. No podía ver quién era, pero estaba seguro de que se trataba de su madre, que en eso era una experta. Por el amplio ventanal entraba el sol mañanero y él lo recibía como una señal de libertad. Cuando abrió los ojos, no había sol. El ventanuco con barrotes (tres palmos por dos) daba a un pozo de aire, a otro muro de sombra. El preso soñó que estaba preso. Que tenía sed y bebía abundante agua helada. Y el agua le brotaba de inmediato por los ojos en forma de llanto. Tenía conciencia de por qué lloraba, pero no se lo confesaba ni siquiera a sí mismo. Se miraba las manos ociosas, las que antes construyeron torsos, rostros de yeso, piernas, cuerpos enlazados, mujeres de mármol. Cuando despertó, los ojos estaban secos, las manos sucias, las bisagras oxidadas, el pulso galopante, los bronquios sin aire, el techo con goteras. A esa altura, el preso decidió que era mejor soñar que estaba preso. Cerró los ojos y se vio con un retrato de Milagros entre las manos. Pero el no se conformaba con la foto. Quería a Milagros en persona, y ella compareció, con una amplia sonrisa y un camisón celeste. Se arrimó para que él se lo quitara y él, no faltaba más, se lo quitó. La desnudez de Milagros era por supuesto milagrosa y él la fue recorriendo con toda su memoria, con todo su disfrute. No quería despertarse, pero se despertó, unos segundos antes del orgasmo onírico y virtual. Y no había nadie. Ni foto ni Milagros ni camisón celeste. Admitió que la soledad podía ser insoportable. El preso soñó que estaba preso. Su madre había cesado los masajes, entre otras cosas porque hacía años que había muerto. A él invadió la nostalgia de su mirada, de su canto, de su regazo, de sus caricias, de sus reproches, de sus perdones. Se abrazó a sí mismo, pero así no valía. Milagros le hacía adiós, desde muy lejos. A él le pareció que desde un cementerio. Pero no podía ser. Era desde un parque. Pero en la celda o había parque, de modo que, aun dentro del sueño, tuvo conciencia de que era eso: un sueño. Alzó su brazo para también él brindar su adiós. Pero su mano era solo un puño, y, como es sabido, los puños apretados no han aprendido a decir adiós. Cuando abrió los ojos, el camastro de siempre le trasmitió un frío impertinente. Tembloroso, entumecido, trató de calentar sus manos con el aliento. Pero no podía respirar. Allá, en el rincón, la rata lo seguía mirando, tan congelada como él. El movió la mano y la rata adelantó una pata. Eran viejos conocidos. A veces él le arrojaba un trozo de su horrible, despreciable menú. La rata era agradecida. Así y todo, el preso echó de menos a la verde, agilísima lagartija de sus sueños y se durmió para recuperarla. Se encontró con que la lagartija había perdido la cola. Un sueño así, ya no valía la pena de ser soñado. Y sin embargo. Sin embargo empezó a contar con los dedos los años que le faltaban. Uno dos tres cuatro y despertó. En total eran seis y había cumplido tres. Los contó de nuevo, pero ahora con los dedos despiertos. No ten a radio ni reloj ni libros ni lápiz ni cuaderno. A veces cantaba bajito para llenar precariamente el vacío. Pero cada vez recordaba menos canciones. De niño también había aprendido algunas oraciones que le había enseñado la abuela. Pero ahora a quién le iba a rezar?. Se sentía estafado por Dios, pero tampoco él quería estafar a Dios. El preso soñó que estaba preso y que llegaba Dios y le confesaba que se sentía cansado, que padecía insomnio y eso lo agotaba, y que a veces, cuando por fin lograba conciliar el sueño, tenía pesadillas, en las que Jesús le pedía auxilio desde la cruz, pero El estaba encaprichado y no se lo daba. Lo peor de todo, le decía Dios, es que Yo no tengo Dios a quien encomendarme. Soy como un Huérfano con mayúscula. El preso sintió lástima por ese Dios tan solo y abandonado. Entendió que, en todo caso, la enfermedad de Dios era la soledad, ya que su fama de supremo, inmarcesible y perpetuo espantaba a los santos, tanto a los titulares como a los suplentes. Cuando despertó y recordó que era ateo, se le acabó la lástima hacia Dios, más bien sintió lástima de sí mismo, que se hallaba enclaustrado, solitario, sumido en la mugre y en el tedio. Después de incontables sueños y vigilias llegó una tarde en que dormía y fue sacudido sin la brusquedad habitual, y un guardia le dijo que se levantara porque le habían concedido la libertad. El preso sólo se convenció de que no soñaba cuando sintió el frío del camastro y verificó la presencia eterna de la rata. La saludó con pena y luego se fue con el guardia para que le dieran la ropa, algún dinero, el reloj, el bolígrafo, una cartera de cuero, lo poco que le habían quitado cuando fue encarcelado. A la salida no lo esperaba nadie. Empezó a caminar. Caminó como dos días, durmiendo al borde del camino o entre los árboles. En un bar de suburbio comió dos sandwiches y tomó una cerveza en la que reconoció un sabor antiguo. Cuando por fin llegó a casa de su hermana, ella casi se desmayó por la sorpresa. Estuvieron abrazados como diez minutos. Después de llorar un rato ella le preguntó qué pensaba hacer. Por ahora, una ducha y dormir, estoy francamente reventado. Después de la ducha, ella lo llevó hasta un altillo, donde había una cama. No un camastro inmundo, sino una cama limpia, blanda y decente. Durmió más de doce horas de un tirón. Curiosamente, durante ese largo descanso, el ex preso soñó que estaba preso. Con lagartija y todo

12.5.09

Sobre la píldora sin receta

Como yo no soy médica, no voy a opinar sobre la conveniencia o no de la libre dispensación de la píldora del día después. Creo que hay cosas que deben opinar los profesionales.
Pero sí quiero hacer alguna reflexión sobre la última propuesta de Trinidad Jiménez, ésa que por campaña electoral en Madrid tuvo una chaqueta de cuero y un Madrid muy bonito.
Creo que es obvio que había que lograr el acceso real de las mujeres a la píldora del día después (esto sólo lo ponen en duda quienes cree que follar es de putas y bajo esas premisas yo no discuto).
Aunque también habría que garantizar una educación afectivo sexual, que no únicamente reproductiva, desde los primeros años y el acceso a los preservativos,... pero bueno, supongo que eso sería meterse con la iglesia y no lo van a hacer.
Una forma de mejorar el acceso a la píldora poscoital podría haber sido lo que venimos desde hace años reclamando: que aumente el número y su horario de los mal llamados centros de planificación familiar, que en los centros de salud el personal médico tuviera la obligación de dispensar las recetas, prohibir la objeción de conciencia en la sanidad pública... pero eso hubiera sido gastar dinero y meterse con la iglesia y no lo van a hacer.
Quiero explicarme sobre la objeción de conciencia. Cuando alguien entra a trabajar en el sector público debería explicársele todas sus funciones y si por temor al infierno (o a la libertad, vaya una a saber...) no quiere realizarlas, pues que no entre en la sanidad pública. Por cierto, si ya que se ponen no te llaman puta cuando vas, esto ya sería la hostia.
Pero bueno, a lo que iba. Que no sé si médicamente es buena o no la libre dispensación de la píldora, pero que esta medida, que es posible que hubiera sido una buena medida dentro de un plan integral, se queda inevitablemente coja por el permanente miedo de este gobierno a meterse en ámbitos religiosos, del siglo pasado.

6.5.09

Canción de cuna a unos esqueletos

A la Memoria Histórica.

La tormenta, que no entiende de bandos,
ha puesto a la intemperie las masacres.

Y como siempre, después, los asesinos
regresan a borrar las huellas de la infamia
con sus miradas turbias
y el fusil al hombro cargado de desprecio.

No les arredra ver que el hambre de la tierra
devoró su carne, les dejó desnudos
y sólo les arropa en el frío de la noche
el llanto enmudecido que mascan sus familias.

Están cerca. Crepita el odio en las antorchas.
Vienen con los bigotes en ristre y el Alzheimer.

Ni después de muertos dejan dormir a los vencidos.
Luismi Rodrigo.
Os regalo este poema de un amigo, que lo disfrutéis.