16.1.09

Hasta que cese la matanza (32)

COMO SI LA VIDA FUESE DEMASIADO LARGA

No puedo detener el reloj,
o parar el mundo,
o vestir de luto las marquesinas.

Así que me cabrearé contigo
como si la vida fuese demasiado larga.
Tan larga.
Y si estuviésemos en Gaza, quizá,
mañana morirías sin que te pidiera perdón.

Tan lento
el tiempo en los autobuses.
Quiero gritarles que ahora
llora un niño a los muertos por nada
mientras ellos llegan tarde al trabajo,
o al desayuno,
o a dejar al crío en la guardería.

Llora un niño.
Un hombre.
Una franja olvidada.
Y nosotros aquí sin quemar los relojes.
Sin parar el mundo.
Sin vestir de luto las marquesinas.

Elisa Berna Martínez
http://1balcon.blogspot.com/

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