29.7.08

En fin de semana

Como parece que mis amigos no se acaban de creer que estoy pasando el verano haciendo punto, pongo aquí la prueba: Pero no sólo me dedico a esto. Este fin de semana, que lo he dedicado a hacer un poco de vida familiar, encontré por casa un trozo de tela, unas pinturas y utensilios varios y me salió esto, a ver qué os parece.
Y, por supuesto, a parte de algunas cosillas más -como unos espaguetis caseros que estaban cojonudos- he leído y escrito algún poema. Es increíble lo que cunde el verano, ¿será por la falta de reuniones?
Un día hablé con Dios y le pedí
una mente distinta.
Óscar M. Centeno
Si no fuera, Dios,
por el odio que te tengo,
por el desprecio,
si no fuera por eso
yo también te pediría.
Pediría, por eso de que es gratis,
un cuerpo reformado,
totalmente distinto.
Sólo un detalle, Dios:
mantenme el cuello idéntico
a como está ahora.
En ocasiones viene el Diablo
y me lo besa.





28.7.08

Referéndum del Huevo

Reunidos los poetas en asamblea
han acordado dar respuesta,
finalmente,
a una de esas cuestiones
vitales del ser humano:
la presentación del huevo.
Garantizan justicia e independencia
varios observadores imparciales.
Novelistas y rapsodas
confirman el juego limpio.
Tras apasionados debates,
por abrumadora mayoría,
ha ganado el huevo frito.
Se permite la tortilla
para quienes la eligieron,
los poetas siempre fueron defensores de minorías.
Días después una compañera de queja:
el huevo frito le produjo sarpullidos.
Son los inconvenientes de la democracia.

14.7.08

Marcho una semana de vacaciones, a un curso de poesía en el Escorial. Prometo volver con fuerzas renovadas y no tener tan abandonado este blog.
¡Hasta luego!

7.7.08

A partir de hoy

Me hablabas de renuncias,
prioridades, obligaciones
y principios
pero no fui capaz de entenderte.
Creía que sólo las personas mayores,
muy mayores,
usaban esas palabras para definirse.
Te reconocí muy vieja de repente,
con voz de vieja,
con cuerpo de vieja,
sin sueños...
Te abandonaste a esas raras palabras,
decidiste reconocer tu derrota.
Asumir las limitaciones, dijiste.
Terminarás, y bien lo sabes,
siendo ese otro oculto,
sólo militante.
Te veo al otro lado del espejo
y reconozco que estás en lo cierto.
Paradójicamente, hoy ya no lloro.