18.6.08

Si fuera cierto que aprendemos de las derrotas
conozco a muchos que serían sabios
y yo sabría un poco más de la vida.

Si fuera cierto que Dios aprieta pero no ahoga
no tendrías en el cuello cicatrices
por esa gruesa soga que nunca se acaba.

Si fuera cierto que una cal y otra de arena
las cervezas no serían para ahogar las penas
y brindaríamos de vez en cuando.

Si fuera cierto que las desgracias...
sí, eso es cierto:
las desgracias nunca vienen solas.

17.6.08

¿65 horas? Ni de coña

Hoy a las 10 de la mañana, ya mismo, sacan la web contra las 65 horas:

http://www.netoraton.es/65horas/

Para quien no sepa de números deciros que hacen 13 horas diarias o 16 horas y 15 minutos si se pusiera la jornada de 4 días, como dijo Caldera que prefería.

16.6.08

No fui una niña buena
porque nadie me pidió serlo.
Os divertía esa chiquilla rebelde
que organizaba revueltas en los recreos.

De repente, ya mujer,
pretendéis que sea honrada, decente y sumisa,
protestar por los inmigrantes
y bajar la cabeza ante todo lo demás.
Que debo resignarme a ser hembra,
hermosa y callada,
porque los sueños no están hechos en femenino.

Cuando era posible, en la infancia,
me dejasteis libre,
aunque sea de medias de seda
no aceptaré ahora una cárcel.

13.6.08


Este miércoles le dieron a mi padre, Nino Olmeda, el premio Periodista Parlamentario con motivo del 25 aniversario de la Asamblea de Madrid. El premio era compartido con María José Escalera, pero entended que aquí hable únicamente de él.

Durante su discurso, muy en su estilo, agradeciendo y dando caña simultáneamente, agradeció a la Mesa que, esta vez, no se hubiera equivocado. También tuvo ocasión de hacer una chiste sobre las cuotas reconociendo que habían otorgado el premio a una mujer y un cojo, pero periodistas de los buenos. Sobre ese tema, las cuotas, la superación más allá de las barreras recordaba la historia que más de una vez me ha contado mi abuela.

Mi padre tuvo la polio de pequeño y así se quedo, cojo para toda la vida. Destrozao´ como dice mi padre en alguna ocasión. Desde entonces, durante mucho tiempo, mi abuela tenía un deseo: que mi padre se muriera antes que ella. Eran otros tiempos, otra forma de amar, otra educación. ¿Quién iba a educar a un cojo? ¿Quién iba a contratarle? ¿Qué mujer le querría? Desde hace muchos años ya no piensa así mi abuela, quien se siente tremendamente orgullosa de su hijo que, con muletas a cuestas, se ha ganado el cariño y el respeto de la gente.

¿Quién pensaría hace 40 años que un cojo podría tener una profesión? ¿Quién pensaría además que iba a ser reconocido entre los mejores?

Por ello, toda mi admiración a mi padre.

También dedicó parte del discurso a hablar de mi hermana y de mí. Y en ese momento escuché el piropo más bello que jamás me han dedicado. Dijo que éramos sus muletas. Sus muletas. Quienes no hayáis convivido con una discapacidad física (vuestra o de alguien cercano) igual no sabéis la fuerza que llega a tener tal afirmación. Sus muletas. Su punto de agarre, su modo de avance, su soporte permanente,... Sus muletas.

Por ello, todo mi amor a mi padre.

Le dedicó entre lágrimas el premio a su maestro, a quien le enseñó a luchar y no a rendirse nunca. A su padre, mi abuelo, que falleció hace casi un año.

Por ello, todo mi apoyo a mi padre.

Finalmente acabó de agradecer el premio con unas consignas que no suele ser normal oír en un acto institucional: ¡Viva la libertad de expresión! ¡Viva la libertad de pensamiento! ¡Viva la libertad hasta para equivocarnos!

Por ello, toda mi lucha junto a mi padre.

No me queda más que darle la razón a mi padre: Esta vez, la Asamblea ha acertado.





3.6.08

I ENCUENTRO INTERGENERACIONAL DE MUJERES DE IU-CM. INSCRÍBETE!!!

PROGRAMA
I ENCUENTRO INTERGENERACIONAL DE MUJERES DE IU-CM
7 DE JUNIO 2008

10:00 Presentación del Proyecto Iguales en Política

10:50 Foto. Dinámicas de Grupo

11:00 Pausa

11:30 Debate: Obstáculos a la participación política femenina. Soluciones (en pequeños grupos)

13:30 Plenario

15:00 Clausura del I Encuentro con un Pacto de Mujeres.

2.6.08

"Hay que reconocer las derrotas
y saber retirarse a tiempo."
Este consejo vale para todo:
política, relaciones, trabajo.
Siempre me surge la misma duda
¿y si continuara insistiendo?
Y si...
En ocasiones me he retirado,
otras he insistido hasta el ridículo.
Sin embargo una vez,
a pesar los rumores,
sin hacer caso a la evidencia
que me abofeteaba la cara,
no me retiré.
Insistí sin rubor alguno
sabiendo que volvería sola
y avergonzada.
No reconocer la derrota,
esa vez,
me concedió la victoria.