19.9.06

Ojalá Dios existiera y pudiera defenderse,
que nunca tuvo conversaciones con el Papa.
Así todos andaríamos más tranquilos (al menos los ateos).
Aunque que más de un cura negaría la palabra,
y las beatas clamarían al cielo diciendo que no,
que ése que predica el respeto no es su Dios.
Que el divorcio es malo aunque te peguen
y disfrutar del sexo es de putas.

Menos mal que no existe,
así nadie se inventará un nuevo Dios.
Y todos seguiremos igual (o no).

1 comentario :

RicardoRVM dijo...

Corre, corre, y sin perder un sólo minuto, lee "La tornee de Dios", de don Enrique Jardiel Poncela.

Ya estás tardando.